El 28 de junio de 1914 el nacionalista serbobosnio Gavrilo Princip disparó mortalmente al archiduque Francisco Fernando, heredero de la corona del Imperio austrohúngaro, y a su esposa, la condesa Sofía Chotek, en Sarajevo. El atentado fue el pretexto usado por Austria-Hungría para comenzar las hostilidades de la Gran Guerra.
Aquel crimen puso en marcha una red de alianzas internacionales que acabaron enfrentando las potencias centrales, con los imperios austro-húngaro, alemán y otomano, contra la Triple Entente, integrada por los imperios británico y ruso, además de Francia.
Entre 1914 y 1918 se pagó un alto coste en vida humanas, con la pérdida de entre nueve y diez millones de personas y alrededor de 20 millones de soldados heridos. La Gran Guerra supuso un antes y un después en las relaciones internacionales, puesto que fue la primera vez que el mundo quedó dividido en dos bloques.
Con el fin de la Primera Guerra Mundial tras la firma del Tratado de Versalles, se desmilitarizó Alemania, que perdió buena parte de su territorio, creando en parte el caldo de cultivo para el ascenso del nazismo. Las fronteras europeas se redibujaron al tiempo que surgieron nuevas identidades nacionales.
El atentado de Sarajevo
Con este término, el atentado de Sarajevo, es como se conoce una serie de ataques que incluyeron el asesinato, el 28 de junio de 1914, del heredero de la corona del Imperio austrohúngaro, el archiduque Francisco Fernando de Austria, y de su esposa, la duquesa Sofía Chotek, en Sarajevo, capital de la provincia imperial de Bosnia y Herzegovina. El atentado fue consecuencia de una conspiración cuyos alcances no han podido ser suficientemente esclarecidos y fue perpetrado por un grupo de jóvenes bosnios pertenecientes a la organización irredentista Joven Bosnia, entre quienes se encontraba Gavrilo Princip, autor material del asesinato.1
Al mando de los conspiradores militares estaban Dragutin Dimitrijević, jefe del espionaje serbio; su brazo derecho, el mayor Vojislav Tankosić y el espía Rade Malobabić. Tankosić armó y entrenó a los ejecutores del atentado y Malobabić les dio acceso a las rutas clandestinas utilizadas por los agentes serbios para infiltrar espías y armamento en Austria-Hungría.
Todos los involucrados en el atentado que aún estaban vivos fueron apresados, juzgados, condenados y castigados. Aquellos que fueron apresados en Bosnia fueron juzgados en Sarajevo, en octubre de 1914. El resto de conspiradores fueron sometidos a una corte serbia en el frente de Salónica —entre 1916 y 1917 bajo control francés—. Esto culminó con la ejecución de los tres principales oficiales involucrados. Gran parte de lo que se conoce sobre los asesinatos del archiduque y su esposa tuvo origen en la información obtenida en esos juicios.
30 millones
Con razón se ha considera el doble asesinato de Francisco Fernando el mayor crimen de la historia, porque la muerte de la pareja real supuso el desencadenamiento de una guerra en la que de modo directo morirían casi 10 millones de personas y otra 20, resultaron directamente afectadas por mutilaciones y daños físicos causados por la acción de guerra. Los damnificados in directos fueron muchos más. Con buena razón, el doble asesinato de Sarajevo del que en estos días se aaba de cumplir el 109º aniversario, es considerado como el mayor crimen de la historia.